El pasado 14 de enero murió el anciano Minihed alrabag con 97 años de edad. Vivía en el país de Kirgikistan más en concreto en una pequeña aldea de la zona montañosa del suroeste. El pueblo en el que vivía era un pueblo de agricultores y artesanos y estaba tan aislado de las ciudades y de los demás pueblos que han conseguido preservar su cultura, sus tradiciones y ese preciado idioma. Hacía dos décadas que era el último que hablaba esa lengua porque su hermano mayor murió. Ellos aprendieron el idioma porque sus padres se empeñaron en conservar su cultura. En la aldea se hablaba el idioma comarcal y es por eso que nadie aprendió la lengua. Por esa misma razón apenas se podían relacionarse con la gente del pueblo. Tras la muerte de su hermano varias entidades políticas de Kirgikistan decidieron enviar a un especialista para intentar archivar todo el vocabulario y la gramática posible. Finalmente, gracias a eso se va a poder conservar el idioma durante muchos años más y van a dar la oportunidad a nuevas generaciones de recobrar su cultura.
Escribe tu comentario